domingo, 1 de febrero de 2015

EL ANGEL NEGRO II, III Y IV

Pues ha llovido bastante desde la última vez que os hablé del “ángel negro” de Jorge...
La partida ha avanzado entre búsquedas, encuentros, enigmas y misterios, y la estamos disfrutando bastante con nuestros personajes y las situaciones que nos plantea el actual “master cabrón”.

Si hacemos algo de memoria, recordaremos que los aventureros se dirigían a la misteriosa isla de Flyn. Todo en aquel lugar era extraño: animales, vegetación...incluso los habitantes del lugar, una tribu que demandaron la ayuda del grupo para liberar a Fistus, un hechicero anciano, del influjo de cierto objeto que corrompía su alma.

Adentrándose en la jungla, y superando un encuentro con una escarabajos mágicos, llegaron a la entrada del templo de Fistus. Allí hicieron frente a un par de jabalíes guardianes hechos de arbustos y plantas.

En el templo, Pijus, Shine, Tormund y Malcom, se toparon con alguna que otra criatura para, más tarde, presentarse frente a Fistus. El hechicero presentaba realmente un estado bastante penoso y no creo demasiados problemas, pero sacaron en claro el próximo objetivo: visitar el monasterio de un clérigo de nombre Culber.

Allí, el tal Culber, les explicó la leyenda de dos hermanos que traicionaron una alianza mutua, creando un poder maligno en uno de ellos: un ángel hechicero, un ángel negro.
Parece ser que ese poder maligno quiere retornar a nuestro mundo y solo nuestros aventureros podrán evitarlo. Para ello, deberán recuperar seis trozos de mapa que los llevará a la ubicación de una escultura representativa de este “ángel negro” y, así, poder destruirla. Esos fragmentos de mapa, se esconden en seis templos de deidades diferentes.


El primer templo que visita el grupo es el de Moradin, encontrándose de buenas a primeras con un enigma que llevó de cabeza un buen rato a los personajes (y jugadores!). Tras enfrentarse a estatuas protectoras, moles sangrientas, etc., se dirigen a un nuevo templo.