Que en La Partida del Lunes es difícil
conseguir que una de nuestras partidas acabe siendo épica y seria...
es evidente!
Porqué dime tu, como se entiende que,
estando enfrentados a un guardián de un anillo de poder, protegido
por un golem de “vente, que te dejo tieso de un guantazo”,
podamos tener a nuestros dos líderes de grupo (sí, amigos, si con
uno no podíamos... ahora tenemos dos jefes!) decidiendo como puede
ser el himno y la coreografía de nuestro grupo de “héroes
impredecibles”?
Pues así va la cosa: entre plomazo y
plomazo del enemigo, los personajes de Alícia y Juan, al más puro
estilo “Operación Triunfo”, pensaban la estrofa , el ritmo y el
bailoteo de lo que ha acabado siendo el himno del grupo en cuestión.
Brazo parriba, pierna payá... ahú!
Pero que aquí no acaba la cosa... en
la siguiente sesión, mi Pj Patxi tuvo un encontronazo con una de las
mujeres que conocimos en el pueblo que nos encontrábamos. Bien, un
encuentro... no sé si puede describirse así. Que nos pegamos un
revolcón de “nena, te voy a hacer un traje saliva que vas a ver
tu”... eso si que es verdad! Eso sí, todo se debe decir: fue
corto, pero muy, muy intenso...
-Dame plasssssseeeerrrrr!!!!
A parte de la partida que estamos
jugando actualmente, dirigida por Jorge, y que nos pegamos unos
hartones de reír de los grandes, tenemos otras obligaciones
asociativas.
No sé si había comentado que me he
aficionado a hacer triatlones y, entre muchas bromas de “correr es
de cobardes” y “nade vas loco, nadando, pedaleando y corriendo,
con lo bien que se esta en el sofá”, decidimos hacer la primera
TRIATLÓN CULINARIA de La Partida del Lunes.
Hace exactamente una semana, nos
encontramos para hacer una barbacoa familiar casi todos los miembros
del grupo. Digo casi, porqué Cinto es el eterno trabajador que no
tiene ni un día de fiesta, el pobre... el negocio es suyo y no se
puede permitir!
Pues eso, que entre cervezas, hicimos
el fuegecito y comenzamos a meterle carne al asunto. Mientras, los
críos se enfrentaban a unas peligrosas criaturas que les dieron la
mañana, pero consiguieron acabar victoriosos del encuentro.
Los monstruos enemigos... peligrupeligru!!
Tras la fastuosa y fabulosa comilona,
les presenté el Munchkin e iniciamos una partida que se alargó de
lo lindo. Pero nos reímos un buen rato, dejando un buen sabor de
boca y las ganas de repetir la partida en alguna otra ocasión.
-Ahora te lanzo una Maldición y te cagas patas abajo... Ja!
-No me toques las narices, eh!
A final de la tarde, todos para casa
con la sensación de haber pasado un muy buen día, en buena compañía
y con ganas de repetir.
Lo mejor: saber que la día siguiente
teníamos más rol con nuestro habitual encuentro, y la naciente
propuesta de realizar un fin de semana de rol en vivo con
ambientación de suspense y terror. Alcalde y yo ya nos presentamos
voluntarios para comenzar a darle vueltas al coco para darles “yu-yu”
a toda la familia de La Partida. De momento, planea para la llegada
de la primavera... aún tenemos tiempo...
Si alguien tiene una idea, que nos
informe!
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