- Pos eso - dice el viejo Tomás - tenéis que ir a la Gruta del Frío de Cojones y encontrar en sus doce mil kilómetros de oscuros y apestosos túneles la Piedra del Poder Mayor que es así como una aceituna siempre vigilando que no os encuentre algún monstruo o las hordas de Rogar el Raro. Ala, tenéis tres días.
Guntar el Bárbaro, Odessa la semi elfo exploradora, Peke, el kender, Licia, la asesina arrepentida, Olmen el sabio hechicero y Grimm, el recio guerrero humano sintieron los pezones duros ante la posibilidad de una nueva aventura.
- Para llegar a la Gruta del Frío de Cojones - continuo el viejo Tomás al que le llamaban así por ser viejo y por haberle puesto sus padres Tomás - tenéis tres caminos. Primero, cruzar los páramos de la Desolación y la tristeza y enfrentarse al ejército de zombis/sombra que acechan por esos eriales. Segundo, atravesar con el corazón encogido la Montaña de la Muerte Casi Segura y enfrentarse a los horribles hombres osotopos. Tercero, ir por el camino olvidado de los Pantanos Malditos de la Locura y rezar por pasar desapercibidos a las tribus de ranas mutantes con lanzas dos veces más altas que ellas. ¿Qué decidís?
Los héroes se miraron entre ellos.
- Pues...
- ¿Qué hacemos?
- No sé, que diga el líder.
- ¿Yo? Joder... pues no sé... por los pantanos.
- No, por los pantanos, no que no me gustan.
- Pues las montañas.
- Vale.
- Vale, las montañas.
- Es que...
- ¿Qué pasa?
- Tengo vértigo.
- Joder.
- Que ir podemos ir, pero que luego me mareo y voy que no doy con la espada. Y me tendréis que coger de la mano.
- ¿Por qué botiquines tendremos, no?
- Eso ya lo veremos luego. Ahora hay que decidir por donde vamos.
- Pues si los pantanos no y las montañas tampoco, pues vamos por los páramos.
- Y pelear con zombis, lo tienes claro.
- Entonces por donde tiramos.
- Viejo Tomas, ¿hay algún otro sitio?
- No, solo esos tres caminos.
- ¿Qué hacemos?
- ¿Nos dará tiempo de comprar botiquines?
- Que sí, pesado, pero que por donde vamos.
- A mí me gustan los pantanos.
- A mí no, me dan mal rollo.
- No es una razón.
- Si que lo es...
- Y por las montañas no porque el señorito le dan mareos.
- Es una enfermedad muy seria y preocupante.
- Que sí, que sí...
- ¿Qué hacemos?
- No sé.
- A ver, ¿qué opciones tenemos?
- Mientras discutís me voy a fumar un piti fuera - dijo Guntar, el bárbaro - que ya me tenéis hasta los huevos. Y pedidme otra cerveza... gilipollas.
Es que elegir el camino que llevará a los héroes de A a B es uno de los momentos más decisivos y cansinos de cualquier grupo de héroes.
Es que nadie dijo que ser héroe fuera fácil...
ResponderEliminarY vayanse preparando, amigos, porque después de mirar si tienen botiquines, comprobar las armas, comprar alguna ración de viaje, salir de casa "meaos y cagaos" y decidir qué camino es el más adecuado para llevar a cabo la misión... saldrá el listillo de turno pidiendo si hay "piedras comunicadoras"!
Off-rol: lo de las piedras comunicadoras se merece una entrada especial que llegará en breve.
Saludos
¿Vamos a tener piedras comunicadoras? Si me dan una me trago el vértigo y voy por la montaña.
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