domingo, 3 de noviembre de 2013

MARCA DEL ESTE (sesión XIX)

Y no estaban demasiado equivocados al ponerse en guardia, ya que aquellas sombras que vigilaban tras las altas columnas, no eran más que “mutados” con enormes y amenazadoras garras...y un solo objetivo: dar muerte a los aventureros!
La lucha no duró demasiado, ya que solo tres enemigos para un grupo avanzado en el arte de la lucha, no era un encuentro que diera muchos más problemas que los esperados.
Aún así, el grupo notaba que la atmósfera del templo era cada vez más asfixiante, amenazante... era como notar el abrazo de la fría muerte a cada paso que daban.



Tras acabar con los “mutados”, llegó el momento de decidir, y eran 5 las opciones ha escoger, 5 puertas que escondían quién sabía qué.

Finalmente decidieron la puerta de la parte oeste del pasillo, que daba paso a una sala sin apenas decoración, donde solo se podía encontrar un pedestal sobre la que reposaba una enigmática lámpara de aceite.
La curiosidad de los aventureros les hizo coger la lámpara, a lo que activaron la aparición de una misteriosa y sorprendente criatura: un genio. 
 

El genio les propuso un enigma que, en caso de ser acertado, les ofrecería cierta ventaja en el resto de la exploración del templo. Pero en caso de fallar...
El enigma era el siguiente:

Uno miente y seréis engañados.
Un traidor se encuentra a vuestro lado.
Encontradle y nada pasara.
Equivocaros y la maldición en vosotros recaerá.”

El grupo no dudo demasiado en la respuesta: el traidor era el genio mismo. Akela, Ginebra, Pestus, Grant y Niobe, recibieron una protección extra en sus armaduras (-1 en CA) durante un periodo importante de horas (4 horas).
Acto seguido, el genio desapareció de nuevo en el interior de la lámpara. Era momento de continuar...

Fuera el destino o una buena elección del equipo, la siguiente puerta era la definitiva y más peligrosa del templo, aquella donde se encontraba el responsable de toda aquella maldad: el Hombre Andrajoso.


En una enorme sala del trono, sentado en una butaca ornamentada con figuras de serpientes desafiantes, se encontraba el cuerpo anciano de un hombre aparentemente poco peligroso.
Por las palabras del aquel hombre, parecía que ya esperaba la llegada de los aventureros, y se había preparado a consciencia: una enorme naga protegía los últimos pasos hasta el trono, y un par de “mutados” algo más peligrosos que los anteriores también hacían compañía al líder de Serpentis.

La lucha se inició sin demasiados preámbulos: ataques cuerpo a cuerpo, a distancia, magia por parte del Hombre Andrajoso y la naga...
El enemigo utilizaba “imagen reflejada” para evitar que el daño de los ataques de los aventureros fueran efectivos al 100%, “inmovilizar” para frenar el avance del equipo, “hechizar persona” por parte de la naga...


Los primeros en caer fueron los mutantes, pero más costoso fue enfrentarse a la naga y al Hombre Andrajoso. Pero la determinación de todos ellos y el acierto en sus ataques, fueran desgarrando el poder y la vida de ambas criaturas.

Finalmente, la naga cayó sin vida, dejando al Hombre Andrajoso en solitario frente al grupo. Y desenlace del combate acabó de la manera más sorprendente: el líder de Serpentis casi sin vida, arrinconado en una esquina y dejando escapar su último aliento a causa de...una patada en la entrepierna por parte de Pestus, el pequeño del grupo!!


Ahora todo había acabado, la paz había llegado a la Marca y el grupo podía informar del final de Serpentis a Arakha y Robleda.

Pero seguro que la Marca estaba en tranquilidad o nuevos peligros acecharían a los habitantes de aquellas tierras?

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