A los muchos (o pocos) que sigan este
blog, deben haber notado un cierto parón veraniego donde las
entradas han frenado su habitual ritmo de aparición. A todos:
tranquilos!
Si bien llevábamos una regular entrada
por semana, donde entre otras cosas aparecía la crónica de la
sesión de juego del grupo de La Partida del Lunes, hace unos días
se que no aparece ná de ná. Y tiene una explicación.
La primera razón es la del final de
curso que he experimentado. Si ya de por si es estresante acabar el
trimestre, cuando se habla de final de curso... la cosa se lía mucho
más! He estado bastante liado y no he tenido mucho tiempo para nada.
Después de unos días de recuperarme,
hacer el vago (Perruno's days, como digo yo) y ciertas sesiones de
estar en “babia”, mirando al cielo, con la fresquilla de la
noche, sin pensar absolutamente en nada... (oooogggg...que
gustooooo!!!), he cargado algo las pilas y tengo la cabeza para poder
ponerme delante del “ordenata” con algo de lucidez friki.
La segunda razón es la que hace
referencia explícita a la partida que estamos jugando actualmente
(Peligrosa inocencia). La última crónica que colgué (la sesión
IX), nos quedamos en la entrada del templo donde, años atrás,
habían depositado la botella en la que habían encerrado el espíritu
demoníaco de Masabake.
Aquí, con el mapa del templo, decidiendo si ir por aquí o por allá.
Bien...el grupo ahora mismo ha
explorado un 75% del templo, teniendo que superar trampas, enigmas y
enfrentarse a bastantes enemigos.
No lo están haciendo nada mal, la
verdad (aunque alguno de los miembros del grupo haya mencionado el
hecho de querer más muertes entre los protagonistas de la
aventura...eh, Enric?).
La cuestión es que había pensado en
colgar una crónica donde englobaré todos los encuentros a los que
han tenido que hacer frente, que no son pocos.
El templo de Masabake es bastante
grande, con muchas salas (exactamente 64 zonas) y con varios caminos
para escoger. En el podemos encontrar desde salas con enigmas por
descubrir antes de que mueras en el intento, enemigos guardianes del
templo...y unas extrañas esferas que el grupo ha averiguado que
funcionan como “llave” para algún tipo de puerto o algo por el
estilo.
Una vez el grupo acabe esta exploración
del templo, colgaré lo que han encontrado en todas y cada una de las
salas. Puede que algún master se anime a utilizar la estructura del
templo en alguna de sus partidas. Para eso estamos!
Pues, eso: que no estamos
muertos...estamos de parranda rolera!
Saludos
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