domingo, 21 de abril de 2013

MARCA DEL ESTE (sesión VI)

Entablaron combate una vez llegados a la orilla, sabiendo que aquellos hombres-lagarto eran muy rápidos en terreno acuático.
Siendo unos contrincantes a tener en cuenta, el grupo supo vencer con relativa facilidad, pero con el temor de saber que aquello solo era el principio de la búsqueda del bastón de Flandag, en aquella tenebrosa mina. Puede que por aquel inquietante desconocimiento de lo que les esperaba, sus movimientos fueron de lo más precavidos y siempre actuaron en permanente alerta.

Se percataron de la presencia de una araña-cangrejo y un monstruo corrosivo, pero sabiamente se distanciaron del peligro y continuaron su camino.
Lo que si que les llamó la atención, fue una aparición de una fuente de aguas cristalinas. En aquellas minas abandonadas...una mina de reluciente pebetero y frescas aguas?

 
Pestus, el más atrevido del grupo, se adelantó a sus compañeros y bebió del contenido del recipiente, notando como una revitalizante fuerza se adueñaba de su cuerpo. Aquellas aguas eran mágicas y sanaban a quién las bebía!
Ginebra y Akela, y su interminable curiosidad femenina, descubrieron al introducir sus odres en la fuente, que también tenía la propiedad de reducir todo aquel objeto, que entraba en contacto con el agua, a una tercera parte de su tamaño. Así pues, era imposible transportar el agua con ellos.
Tras continuar unos minutos por las galerías de la abandonada mina, detectaron la presencia de unos Chillones que hacían guardia en una de las esquinas del túnel.
Aquellos chillones, gritaban al mínimo ruido que detectaran...era cuestión de pasar entre ellas con el máximo de sigilo posible.


La silenciosa elfa, fue la encargada de continuar con la búsqueda y descubrir por donde continuaba la galería. Y no era para más: 4 zombies se mantenían en pie tras los chillones.
Pero la mala fortuna acompañó esta vez a Ginebra, provocando un pequeño ruido, suficiente para que los chillones comenzaran a producir un agudo chillido que alertó a los muertos vivientes.
Un nuevo combate, con más problemas de los previstos, se inició en aquella zona de la mina. El hecho de luchar a la luz de una antorcha, contra aquellas criaturas sin vida ni temor a una muerte ya poseída y con no mucha fortuna en sus ataques...hizo ciertos estragos en el grupo de aventureros.
Akela cayó inconsciente en medio combate, disminuyendo el potencial ofensivo del grupo, pero animó al resto de componentes a esforzarse por vencer al enemigo en pos de una necesaria recuperación de su compañera.
Tras aquel encuentro, Ginebra y Grant, el cual comenzaba a sentir alguna cosa especial por la paladina, llevaron a la mujer de retorno a la fuente mágica para darle de beber de sus sanadoras aguas.
Y la elección de quedarse a oscuras, pisoteando a los Chillones, por parte de Pestus y Doga...no fue la mejor de las decisiones. El halfling recibió una picada de algún tipo de criatura que se movía en la oscuridad...una araña!
Pudieron huir de ella sin muchos problemas, pero fue un toque de alerta de que nada, en aquel lugar, podía tomarse a la ligera.
Una vez recuperados de aquel encuentro, regresaron al lugar donde se habían enfrentado a los zombies, para descubrir que la mina acababa en aquel lugar. No era posible! Debía haber algún camino!
Tras inspeccionar bien el lugar, descubrieron la existencia de un túnel secreto, oculto con artes mágicas. Traspasaron el pasadizo para llegar a otra dependencia de la mina. Una puerta frenaba el avance del grupo...
Ginebra abrió un poco la puerta, con la mala suerte de activar una curiosa trampa. Un cubo de agua cayó sobre la elfa, agua mágica de la fuente sanadora, provocando que las ropas, armaduras, equipo, etc. comenzaran a reducirse a 1/3 de su tamaño. Una situación algo comprometida...
Pero sin más problemas que la vergüenza de verse desnuda, el grupo observó que la puerta llevaba a una sala, custodiada por dos ataúdes, en la que se encontraba el bastón mágico de Flandag.
Consiguieron, con el máximo silencio posible, hacerse con el bastón sin tener que enfrentarse a los necrófagos.
Era momento de escapar de allí...

Pero a la salida, se toparon con el responsable de toda aquella traición: Florho!
En un épico combate, el grupo actuó con inteligencia: Pestus se mantenía escondido con el bastón en su poder, evitando que Florho se hiciera con él (aquello hubiera sido la perdición del grupo y de la misión!); Doga y Ginebra actuaba desde la distancia; Grant, y Akela con ataques de cuerpo a cuerpo... Una muy buena estrategia.
Pero el hermano de Palmyrus era un contrincante digno de admirar: conjuros de hechizar persona, proyectil mágico y, el más útil en aquella situación, el de imagen reflejada, dieron más problemas de los esperados.
Tras más de una herida y tener la muerte muy cerca, el grupo venció a Florho...

Al salir de la mina, encontraron de nuevo a Flandag que, al recibir su bastón, fue envuelto por una aureola de poder, provocando cierto respeto por el mago que había sido secuestrado.
La misión había sido concluida con éxito, y los aventureros serían recordados por ello. Pero un oscuro plan había sido iniciado por el hermano fallecido del consejero Palmyrus: el ejército de orcos de Florho se dirigía hacia Robleda!
Así pues, el mago, ofreció la posibilidad de participar en aquella batalla a los aventureros. Y estos aceptaron, sabiendo que podrían conseguir una buena recompensa por las cabezas de aquellas criaturas...

No fue muy tardía la victoria en aquella batalla y la recompensa bien acogida por el grupo: un buen puñado de monedas de oro y una casa en la ciudad de Robleda, un lugar donde almacenar las posesiones conseguidas durante el camino, objetos mágicos para utilizar en el futuro y la posibilidad de contratar a artesanos para poder mejorar sus armas y armaduras, mientras ellos estaban de viaje por las tierras de la Marca.


Off-rol: Y aquí finaliza la aventura de “Traición!” por parte de Grant, Doga, Pestus, Ginebra y Akela. Una buena aventura, que ha sacado lo mejor de cada uno de los personajes... Poco a poco, vamos haciendo “nuestros” a los Pj's de la aventura... Y es solo el principio!

No hay comentarios:

Publicar un comentario