Moviéndose siempre con cautela y
sigilo, el grupo fue inspeccionando, sala a sala, los diferentes
espacios de las mazmorras en busca de Grigor, el amigo de Gemell.
En una de las primeras salas, se
toparon con lo que parecía una sala de torturas. Allí, un hombre
esposado, esperaba la llegada de su hora de muerte...o una tortura
que lo llevaría hasta ella de una forma dolorosa.
La sala de torturas...más o menos!
El grupo se acercó, pactando con aquel
hombre que lo liberarían con la condición que los llevara hasta su
objetivo. Lo más inquietante era que Akela y Ginebra, tenían serias
dudas sobre si aquel desconocido, que se presentó bajo el nombre de
Logan, era un licántropo...y eso no eran más que nuevos y temerosos
problemas.
Continuando su camino, abatiendo a un
grupo de guardias que realizaban su obligada ronda de inspección,
llegaron a una gran celda que barraba su paso. En ella, un enorme
troll, parecían haber sido encarcelado hacia décadas y pasaba sus
días en aquel apestoso lugar.
La única manera de continuar la
exploración de la prisión era pasar por la celda del troll o buscar
un camino alternativo, que parecía ser el del comedor de la guardia.
Esta última opción solo conseguiría dar la voz de alarma y llamar
a la guardia para empeorar la situación.
Decidieron traspasar el agujero del
troll, no sin tener varios problemas de coordinación con las
aberturas de las puertas, consiguiendo llegar al otro lado de la
celda sin tener que enfrentarse cara a cara con ala enorme criatura.
La siguiente prueba era traspasar los
dormitorios de la guardia, donde se encontraban 3 soldados
descansando, bajo el máximo sigilo posible. Pestus fue el encargado
de cerrar los accesos a la sala, evitando la llegada de más
compañeros de la guardia.
Tras un combate rápido y efectivo, los
aventureros consiguieron llegar a unas celdas donde un nuevo enigma
les aguardaba. En dos salas continuas, se encontraban dos hombres de
idéntico aspecto: robustos, calvos y con barba canosa. Justo la
imagen que les había ofrecido Gemell de su amigo Grigor. Así
pues...existían dos Grigors?
Aquello era un nuevo dilema: quién de
los dos era el verdadero? El buen acierto en las preguntas realizadas
por los miembros del grupo, dieron su fruto: desenmascarar a un
doppelganger que se hacía pasar por el humano a quién venían a
rescatar.
Era momento de salir de allí cuanto
antes! Pero qué camino escoger: el comedor de la guardia o
nuevamente la celda del troll?
Una decisión difícil...
OFF-ROL: Volvemos a estar activos y en estos próximos días (casi a diario, diría yo), aparecerán las crónicas de las últimas sesiones de juego. El objetivo es ponernos al día para continuar, de forma actualizada, nuestra aventura en la Marca.
Saludos y gracias por pasar por aquí!
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