Atrás quedaba el recuerdo de lo
acontecido con el califa y la princesa...era momento de pensar en el
futuro.
De repente, un estridente crujido, puso
en alerta a toda clientela de la posada. Y el crujido, fue acompañado
poco más tarde por el hundimiento de parte del suelo del local. El
piso, cedió para dar paso a un enorme boquete y a una oscura gruta
que se internaba en el su-suelo de Robleda.
La gente no tubo tiempo de recuperarse
de lo acontecido, ya que comenzaron a dibujarse unas grotescas
figuras entre la humareda del preocupante accidente.
Eran unas figuras humanas, pero se
movían lenta y descoordinadamente...eran zombies!
Los aventureros conocían el peligro de
enfrentarse a ese tipo de criaturas no muertas y, con máxima
precaución, acabaron con ellas sin provocar bajas en sus filas.
Lo preocupante era la vestimenta que
portaban los zombies. Iban vestidos con el hábito de una orden
famosa en la Marca: los monjes de la orden de Maredon, una orden
dedicada a la recopilación del saber el aquellas tierras.
Zombies...monjes...orden de Maredon...?
Algo no pintaba nada bien!
El grupo decidió investigar lo
sucedido de la forma más directa: dirigirse al monasterio de Maredon
e investigar lo sucedido.
De nuevo con el equipo, el uniforme y
las armas de aventura, el grupo se dispuso a viajar cuanto antes
hasta el lugar donde se encontraba el monasterio. Pero no esperaban
encontrarse con...
El camino que llevaba hasta la entrada
del edificio quedaba envuelto por una espesa y misteriosa niebla de
origen algo inquietante. Niobe y Akela, percibían el mal en toda
aquella zona, cosa que aún tensaba más los nervios del resto del
grupo.
Avanzaron unos metros y un par de luces
de antorchas, parecían darles la bienvenida. Lástima que las luces
también fueran acompañadas por unas flechas que buscaban la muerte
de los mercenarios. Tras avanzar contra aquel enemigo desconocido,
descubrieron la presencia de...esqueletos?
Aquello se ponía cada vez más
interesante... Nada bueno encontrarían en aquel lugar.
Acabaron con los guerreros sin vida,
pudiendo avanzar bajo la sombra de una criatura alada que les lanzaba
alaridos que encogía el corazón del más valiente. No sabían que
criatura era la que provocaba aquel terror, ya que la niebla ocultaba
su auténtica forma.
Al entrar en el monasterio, hicieron
frente a una comitiva de nuevos esqueletos que se encontraban en una
sala, buscando algún tipo de objeto en un altar de madera. Tras
darles muerte definitiva, descubrieron que los estaban buscando era
un cofre con un medallón de símbolo sagrado que otorgaba cierta
protección contra las fuerzas del mal que allí reinaban,
Era momento de continuar investigando
el porqué de aquel ataque de los zombies monjes, de la invasión al
monasterio, y el responsable de todo aquel suceso maligno.
Una puerta de doble hoja, parecía dar
paso a la sala de oración. Allí, los miembros del grupo escuchaban
el murmullo de unas oraciones. Podrían estar, el resto de monjes,
aguardando la llegada de ayuda? Solo había una manera de
averiguarlo...
Ciertamente, la sala de oración,
estaba repleta de hermanos de la orden de Maredon...pero ya en estado
de no-muertos. Guiados por las órdenes de un clérigo poseído, los
zombies comenzaron un largo y peligroso combate contra Akela, Pestus,
Niobe, Grant y Ginebra.
Recibieron heridas, provocaron bajas en
las filas enemigas, peligró la vida de algunos componentes del
grupo, dieron muerte definitiva al enemigo... Fue un combate épico
donde la vida y la muerte se mezclaba intensamente y parecía no
conocer fin.
Finalmente, y cuando todo parecía
estar perdido, la determinación y valentía de algunos aventureros,
fue el detonante para conseguir una victoria en aquel
encuentro...pero a un alto precio.
Y solo era el principio de la
exploración del monasterio!
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