La única opción del grupo después de
vencer a Seymour, si es que quería continuar con vida, era huir del
templo y evitar enfrentarse al ejército de guados furiosos.
Por suerte, encontraron un túnel
secreto tras un armario por el que pudieron escapar. Akane,
utilizando una de sus granadas, cerró el túnel para que la guardia
no les pudiera seguir.
Ahora estaban solos, a oscuras y sin
conocer el camino de salida... si es que realmente existía!
Llegaron a una sala utilizando la
visión en penumbra de Akane y la afortunada idea de aprovechar
el fuego arcano de la piedra de poder, en manos de Yuna. Por mala
suerte para ellos, la llegada de la luz a las cavernas solo
presagiaba nuevos peligros: un gusano excavador inició su lenta pero
irrefrenable persecución, buscando la carne fresca de los miembros
del grupo.
En su escapatoria, llegaron a una sala
repleta de pozos de lava donde solo encontraron una salida. Pero la
cosa no sería fácil ya que el camino estaba barrado por un
escarabajo de fuego.
La compañía, en un alarde de
inteligencia, optó por huir del encuentro y no enfrentarse a la
criatura ígnea. Sin quererlo, consiguieron que el escarabajo y el
gusano se enfrentaran el uno con el otro.
Pero todo no fue infortunio... llegaron
a una enorme sala repleta de setas de las profundidades, de diversos
colores. Entre ellas, reconocieron unas amarillas, que recuperaba
esencia mágica de aquel quién las comía, y unas rojas que hacían
lo mismo pero con la salud.
La salida estaba próxima, solo tenían
que llegar al final de un largo túnel iluminado por la luz del
exterior...antes que los cazara de nuevo el gusano excavador.
El grupo se dirigió hacia la salida,
pero descubrieron que esta estaba envuelta en una tela de araña que
debían cortar antes de poder salir. Y no era tarea nada fácil!
Mientras gran parte de grupo se
encargaba de este trabajo, Akane se disponía a acabar con la vida
del gusano, utilizando sus ataques a distancia. A los pocos minutos
todo el grupo estaba en el exterior, salvo la albhed, que había
caído tras un ataque de la criatura subterránea.
Recibiendo ayuda de sus compañeros,
Akane y el resto consiguieron de nuevo estar a salvo.
Era momento de salir de allí cuanto
antes mejor, sin perder ni un segundo...
En el camino, se toparon con un
mercader ambulante con el que pudieron abastecerse de nuevo con
pociones, antorchas, acero y pedernal...y descubrir que existía un
gran número de habitantes de Spyra contentos por la muerte de
Seymour.
La noche comenzaba a llegar y era
momento de buscar un lugar donde poder descansar y pasar la noche.
Encontraron un lugar que parecía
reunir las condiciones necesarias y acamparon. Pero a medianoche, el
grupo fue alertado por la llegada de unos bandidos que pretendían
hacerse con Yuna y entregarla a las fuerzas guado. Tras acabar con
dos bandidos y torturar a un tercero, descubrieron que sus cabezas ya
tenían precio. Las precauciones debían ser lo más importante desde
aquel mismo momento: todo Spyra estaría en busca del grupo.
Tras reiniciar el camino, llegaron a un
poblado cercano al lago Van por separado. No era momento de dar
opciones a ser capturados. Allí adquirieron nuevas y mejoras armas,
así como armaduras para los nuevos sucesos que les estaban esperando
en su misión de conseguir una nueva piedra de poder.
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