martes, 22 de abril de 2014

ACABAR UNA, PARA COMENZAR OTRA

Después de una Semana Santa bien relajadita y desconectado del mundo real, volvemos a la carga con muuuuchas ganas de lo que nos espera para las próximas semanas.

Después de un final muy intenso en la partida del Alcalde, enfrentándonos a enemigos de efectivo ataque cuerpo a cuerpo y magia de las que te haces “caquita encima”, llega el momento, como ya es tradición, de hacer una pequeña valoración de la partida que hemos finalizado.

Pues que “mú bieng” todo: buena historia, buena dirección por parte del master, buenos encuentros, buen final, buen Pathfinder... Estupendo, vamos!

Ha sido nuestra primera partida siguiendo el manual Pathfinder y, entre Alcalde y yo, hemos intentado aclarar las dudas que iban surgiendo sobre el sistema de juego. Poco a poco, los jugadores han ido aprovechando sus habilidades en combate y sacando “tajada” de lo que podían aportar al grupo. Ataques poderosos de los guerreros, furtivos del pícaro, el sigilo del monje, la magia de mi gnomo...cada uno con lo suyo.

Reconozco que los primeros días me mareo un poco la cantidad de nombres, situaciones, objetivos que se nos iban presentando. Pero poco a poco, a medida que solucionábamos “papeletas”, la cosa se ponía en su sitio.

Alcalde ha dirigido de fábula: bien preparado, justo, marcando el ritmo de partida... Y la aventura de creación propia ha sido más que correcta. Cada vez pone el listón más alto, el muchachote!

Personalmente he disfrutado a los grande con Kryll, mi gnomo mago. El hecho de perder el miedo a la magia ha sido lo más positivo. Antes me “tiraba patrás” el hecho de todo lo referente a conjuros, pergaminos, tiradas de concentración, etc. Pero me ha gustado muy mucho el tema arcano: pensar y escoger los conjuros, saber cual es el mejor en cada momento, conocer los efectos, etc. Y me ha gustado bastante más que un personaje de melé...

Y después de la gran partida de Abrogais, me toca a mi dirigir!

Como ya había dicho anteriormente, me he decidido por llevar a cabo la campaña de La Horda de la Mano Roja de D&D 3.5, pero adaptada un poco a Pathfnder (poca cosa hay que hacer, la verdad). Nos interesa hacer “crecer” a nuestros personajes (Nebin, Mirtha, Wong, Kurgan y Artemisa) hasta niveles altos, y con esta aventura avanzaremos un poco más en su evolución (esperemos llegar a nivel 12, más o menos).


Y ahora estoy en los preparativos de la partida, que dará inicio el próximo lunes 28. Repasando fichas, aclarando dudas de la historia, modificando cosas que no me gustan, comparando estadísticas de los enemigos... Y como siempre, disfrutando de estos momentos previos a la partida!

Como me gusta hacer en mis partidas, colgaré las crónicas de las sesiones de juego de forma semanal (espero) e iré informando de como va la partida. Espero que os animeis a seguir nuestras aventuras...

Pues nada más, continuo con la preparación de la campaña y nos leemos en breve.

A cuidarse y a jugar!

sábado, 5 de abril de 2014

ORÁCULO nº1


Sabemos que estos personajes son portadores de poderes divinos que pueden dejar a cualquiera sin palabras. Su fabuloso “podert” es capaz de hacer sucumbir al más grande guerrero, al más poderoso mago, al más diestro pícaro... Amos, que se te pone delante uno de estos oráculos y en lo último que piensas es en hacerle “pupita”. 


Bueno, puede que que algo como “has sido mala, te voz a dar un pam-pam en el ora-culito!” si que te lo imagines.

martes, 1 de abril de 2014

DEL PORQUÉ ME GUSTA DIRIGIR

La razón de esta entrada a podéis encontrar en el blog de un buen compañero rolero. Gothalo, en su blog PER UN GRAPAT DE DAUS, ha hecho una reseña de su experiéncia sobre su reencuentro con el rol (en parte gracias a la Sociedad Pathfinder) y de como ha acabado ocupando de forma asidua el “trono” de director de juego. Y por cierto: con muy buen resultado y lo digo por experiéncia propia.

La cuestión es que me ha hecho pensar en mi experiéncia tras de la pantalla y de como disfruto con ello. Y es coincidéncia que Gothalo haya escrito la entrada, a escasas semanas de que vuelva a tomar el poder de “master-cabrón” en La Partida del Lunes. Y de ganas no faltan!

Y es que, si soy plenamente sincero, creo que me gusta más hacer de director de juego que de jugador. Pero con algunos “peros” o aclaraciones. Vamos allá...

Hace unos años, cuando tuve la suerte de encontrar a un par de tarados que aceptaron mi invitación de jugar de nuevo a rol (Jorge y Daví), me ví obligado a realizar las obligaciones/responsabilidades de tan importante empresa rolera ya que yo era el instigador de todo aquel cotarro. Yo los liaba, yo los dirigía.
Decidimos un sistema sencillo, rápido, sin complicaciones...la cosa era pasar un buen rato lanzando dados. Probamos varios juegos: Aquelarre, Dungeons and Dragons, uno futurista llamado Extraidos... Pero lo que realmente daba “vidilla” a nuestras sesiones era la historia y la interpretación de nuestros personajes.



Más tarde llegó Alícia y se fue Daví, y probamos Juego de Tronos.
Por último, llegó el resto de la tropa (Alcalde, Juan, Enric) y el tema de dirigir nuestras partidas se turnaba entre Jorge y yo.
Hace un año, Alcalde se animó a ponerse tras la pantalla y con muy buenos resultados, hay que decirlo.

Pero a llo que iba: que me gusta más hacer de master que de jugador. Y por qué, os preguntaréis? Y si no lo hacéis...ya tardáis!

Me gusta mucho el trabajo previo a la partida, pensar la historia, organizar los encuentros, las localizaciones, imaginarme como reaccionaran los jugadores frente a las situaciones que les planteo... Es cierto que el trabajo es mucho y que siempre tienes la duda de si aquello funcionará o acabará siendo un petardo, pero esa es la gracia.
Esas tareas previas son las que más me ilusionan: dejar volar tu imaginación y encajar las escenas que vas creando.
Por ese mismo motivo, en La Partida del Lunes, muy pocas veces hemos jugado aventuras oficiales o publicadas. Casi siempre han sido de creación própia, de duración más bien larga (unos 3 o 4 meses, a una sesión por semana) y, a mi parecer, con muy buen resultado.


Una vez comienza la partida, consultar mi “libreta negra de secretos”, donde tengo apuntado todo lo que esconde el dungeon, sus peligros, sus enigmas...me da un subidón increible. Es cierto que te sientes como el director de la película (una película que no sabes nunca como acabará), siempre alerta de improvisar según las decisiones de los personajes.
Puede que mi experiéncia en el mundo del teatro y la animación colabore en las faenas de master, interpretando a los Pnj's, poniendo “vocecitas”, intentando crear un ambiente que sea acorde con la situación... Todo ayuda.

Y como ya he comentado, las ganas de ponerme a dirigir en la Sociedad Pathfinder son muchas, pero me gustaría hacerlo con la seguridad de conocer bien el reglamento (que en eso estamos) y llevando adelante alguno de los escenarios que propone la Sociedad.
Y cuando llegará ese momento? Pues no creo que tarde mucho. Solo falta encontrar el día, los jugadores y “de perdíos al río!”.