domingo, 26 de junio de 2011

LA GRAN BATALLA

Según las primeras escrituras de Valkirihan tras la Larga Agonía...


Las fuerzas de la oscuridad hacía mucho tiempo que esperaban su momento, aquel en el que sus ejércitos fueran lo suficientemente poderosos para conseguir sucumbir a todo Valkirihan en una noche eterna de pánico, dolor y salvajismo.


Dicen que se reunieron una noche, días antes de la Gran Batalla, para ultimar los últimos preparativos para el combate. Hombres bestia, adoradores del Caos, Caballeros negros, nigromantes... todo aquel que desease ver a Valkirihan bajo el yugo del mal, estaba presente en dicha reunión.

Y el terrible día llegó.

Amaneció algo nublado, a modo de anuncio del terrible día que estaba por venir. Pero los primeros rayos de sol aparecieron en el grisáceo cielo, animando a las tropas que defendían el bien y la justicia.

Al mando de aquellas tropas, un decidido paladín, que vitoreaba el honor y la valentía de los allí presentes. Sus palabras daban coraje a todo guerrero que las escuchaba, aún sabiendo que pocos saldrían de allí con vida.

Las primeras tropas del ejército de la oscuridad, aparecieron en el horizonte.


Deformes criaturas nacidas de la más pura maldad, monstruos con ansias de matar, guerreros mutados por el abismo del dolor... todas ellas con un solo objetivo: destruir Valkirihan. En su ojos la tranquilidad de quién disfruta con la muerte y la destrucción.


Pinturas de guerra adornaban sus rostros abominables, creados por chamanes despojados de toda humanidad. Era parte del ritual de la batalla, en un intento claro de intimidar a las tropas humanas que defendían aquellas tierras.

Sigilosos asesinos, escondidos entre las sombras, esperaban el momento preciso para utilizar su talento para quitar la vida.

No tenían temor, ya que habían sido educados y amaestrados para aquellos quehaceres. No mostraban ninguna compasión, ninguna duda, ningún perdón... Su misión era matar y desaparecer, para más tarde volver a actuar nacidos nuevamente de entre las sombras.

Y por último, criaturas arcanas conjuradas del más allá, cerraban las filas del enorme bloque que avanzaba imparable hacia los ejercito humano que defendía Valkirihan.

Gigantes, trolls, goblins, gnolls, dracos... monstruos de los que muchos habían escuchado historias pero pocos habían podido presenciar.

Tras las primeras filas del ejercito de la oscuridad, su general, que con atenta mirada admiraba el extenso número de tropas que tenía bajo su poder.

Su mirada mostraba la seguridad de quién sabe que tiene la victoria en la punta de los dedos.

Pero cuando toda esperanza parecía olvidaba, apareció el Gran sacerdote, aquel quién las leyendas contaban que había vencido al mal en más de una ocasión.


-No temáis, hermanos, pues el bien que habita en vuestros corazones, es mucho más poderoso que la maldad que esas criaturas pretenden extender por nuestro mundo. Aquí tenéis un brebaje que os será útil en este día que será recordado por siempre jamás.

Y ofreciendo a todo miembro de la compañía humana, el sacerdote dio a comer un extraño preparado de místicos ingredientes que calentaban el interior de todo aquel que lo comía y otorgaba nuevas fuerzas a aquellos a quienes les temblaba el arma.

Tras largas horas de de lucha, las hordas del mal se vieron superadas por el misterioso poder del bien y la justicia. El ejercito humano había acabado, lenta pero contundentemente, con las fuerzas de la oscuridad.

Solo falta saber cuando nacerá de nuevo la pesadilla de acabar con la paz en Valkirihan.



Gracias por participar de la fiesta y espero que no os sepa mal vuestras “apariciones estelares” en el relato.

Nos vemos el lunes!!

3 comentarios:

  1. jajajajaj Buenisimo.Las gracias a ti por dejarnos participar en tan singular evento

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  2. Un placer ser héroe o villano en tus aventuras querido máster cabr... Aku.

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  3. las gracias te las damos a ti master, buen
    relato, lo que mas me gusta es la imagen del barbaro en estado de furia jajaja

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