viernes, 28 de octubre de 2011

LA MUJER DE BATMAN

 Querido diario,

Esta última semana he estado disfrutando como un pitufo en la convención de “Nuevos súper-héroes” realizada en Manola's City. Ni te lo puedes imaginar!
Hace cosa de un mes, recibí en casa el nuevo número de “Héroes de hoy”, donde te pones al día sobre el mundo de los súper-humanos. Que si los nuevos poderes de este, que si han dejado tirado a este otro, que si este se ha liado con aquella, que si “test para saber si tu poder es útil”.. y cosas de estas.

No me joooooodas!

La cosa es que había un especial sobre una convención que se realizaría en el mes de octubre, sobre los nuevos súpers, sus poderes y como hacerse un hueco entre tanto mutante.
La cosa me pareció muy interesante, ya que últimamente estaba un poco cansado de utilizar mis poderes en cosas poco “trascendentales” para la humanidad. Y es que ya me dirás a quién le importa que una vieja rechoncha y cegata se le atasque el váter por culpa de confundir la taza con la Termomix. O que un inspector de hacienda tenga “ciertos picores” en sus partes traseras y acabes descubriendo que tenían una familia de hamsters en el culo... con rueda y todo, los muy cabrones! (Ay, el vicio!). O que tenga que hacer compañía a una desconsolada niñita a la que se le ha roto su muñequito preferido y ya no tenga con quién jugar a “papás y mamás”.
Ufffff... muy duro...

Pero lo que me acabó de coincidir era el acto de presentación de la convención con el mismísimo BATMAN! Cágate lorito!
Pues sin pensarlo dos veces, me inscribí y “pallá” que me voy.
Realmente muy interesante. He hecho amistades que poco a poco te iré presentando, he aprendido algo más sobre mis poderes “chistorreros” y tengo algún proyecto entre manos que parece que acabará siendo la hostia.
Lo mejor fue cuando pude hablar con Batman durante unos minutos. Es un hombre bastante agradable, pero no me acabó de gustar la manera de hablar como si siempre estuviera cabreado. Pero le debí caer divertido porqué me presentó a su mujer y le dijo algo sobre “no volver a comer carne nunca más”. Y la mujer, entre risas y lingotazos a los chupitos de licor de melocotón que daban en el pica-pica del local, se me acercó y dándome una foto de donde se encuentra la Bat-cueva, me dijo entre susurros:

-Mi marido estará fuera toda la noche...

La Bat-cueva esta allí, al lado de las escalera... que no lo ves? 
Ahí, entre la primera ventana y la segunda!
Si se ve muy claro: en la especie de barandilla que hay... 
Oye, donde estás mirando?
 
Y ahí si que me dí cuenta de lo dura que es la vida de súper-héroe, trabajando a todas horas por el bien de la ciudad, sin horarios, sin vacaciones... Y asintiendo con la cabeza, le respondí:

-Tiene usted un marido que vale un imperio!

Y con mirada de sorpresa, puede que por el alago a las obligaciones de Batman, me largué de allí, no si antes zamparme una bandeja entera de canapés.
Hay que mantener la forma!

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