miércoles, 9 de septiembre de 2009

REPELÚS

Repelús

  1. m. Temor indefinido o repugnancia que inspira algo:
    Le dan repelús las arañas.

  2. Escalofrío producido por esa sensación:
    Nos dio un repelús al ver esas imágenes tan desagradables.


Hay gente que le da grima cuando un tenedor rasga el fondo del plato, la ropa que no combina de color, ver en el lavabo el “frenazo” del último cliente, ver a alguien con calcetines y chancletas, ver a un niño comerse los mocos...

Pues bien, a mi hay dos cosas que, especialmente, me dan “repelús”: los pendientes y el pan mojado.

Los primeros... no sé que tienen que, no es que no me gusten (que tampoco me gustan!), es que me és imposible tenerlos en las manos.


Mira que son bonicos, eh!, pero... no puedo!

Puedo afirmar que son un elemento que puede embellecer a una mujer (o un hombre) pero no me vengáis nunca con unos pendientes en las manos. Me viene un nerviosismo, un sudor frío, una intranquilidad, un “nosequé”, un... un “repelús”, que no me puedo aguantar.

He reflexionado muchas veces de donde me viene esta manía por los pendientes y he llegado a la conclusión que la culpa (si puede decirse culpa) es de mi bisabuela.

La madre de la madre de mi madre, usaba pendientes. Hasta aquí todo normal. Pero claro, yo la recuerdo con sus buenos añitos encima, la pobre mujer. Y que pasa cuando alguien se hace mayor? Que le cuelgan las orejas!

Eso y el efecto de la gravedad provocaba que los lóbulos de sus orejas cayeran en picado a causa del peso de las joyas “orejales”.

Recuerdo que la parte final de sus orejas se movían constantemente, como un péndulo nervioso, y eso, a mí, no me gustaba en absoluto. Dile tontería, dile chorrada, dile farfollada... pero no me gustaba!

De ahí queme gusten las “orejitas” al natural,si puede ser, sin pendientes!


Lo del pan mojado... ahí si que me pierdo, neng! Mira que me gusta mojar el pan en el huevo frito, el aceite de la ensalada, el aceite del pollo con patatas... Pero eso de que al pan le caiga agua encima... me da un “agquito” que me puede.


Esa textura fofa provocada por el agua, me provoca un revoltijo en la panza que tengo que eliminar el “chusco de pan mojao” de mi vista de inmediato. Repelús!

Y a qué viene ese instinto insconsciente de repugnancia hacie el pan mojado?... Pues no sé! Me da asco y punto.


Estoy pensando en buscar algún tipo de grupo de ayuda, terapia en grupo o asociación que me ayude a superar estos traumas (y mas que no he comentado!).

De momento practico delante del espejo:


-Hola, me llamo Capitán Chistorra y tengo repelús a los pendientes y al pan “mojao”.

4 comentarios:

  1. Yo también me apunto a tu terapia por lo del pan mojado. Me da mucho asco la verdad!

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  2. En mi vida se me había ocurrido que a alguien podía importarle tanto lo del pan mojado. Ayer mismamente corté pan sobre una superficie un poco húmeda, se mojó y... nada, dije "qué mal" y punto. Dios mío, que raros somos todos.
    Un saludo.

    P.D. Me han dado ganas de no volver a usar pendientes por si llego a vieja...

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  3. No pierdas nunca tu sentido del humor porque es genial :) Claro que sere de los primeros en enterarme si el fin del mundo se acerca, total, con la mujer esta cerca supuestamente es en octubre que empiezan a vacunar a la gente (Vamos, a matar a los que se la pongan escalonadamente xD). No te preocupes que te avisare para que combatas esta conspiraciñon global. Saludos!

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  4. 1. Las cucharillas de café en un taza vacía.
    2. Los zombies en general y los que quieren comerme en particular.
    3. Los libros boca abajo en una estanteria.
    4. Los puntos de libro bien colocados en el libro (lo que quiere decir, como los coloco yo).

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