viernes, 28 de enero de 2011

DE PERDIDOS AL RÍO

En muchas de nuestras sesiones de juego de LA PARTIDA DEL LUNES, hemos escuchado la frase que da titulo a esta entrada: “De perdidos al río”. Y, como uno tiene la neurona aburrida en muchos momentos, hace un tiempo que reflexiono sobre este tema: la importancia que se le da a la vida/muerte de nuestro personaje en una partida de rol.

Al crear nuestros PJ's al inicio de una aventura, la gran mayoría ponemos en él todas nuestras ilusiones, intentamos imaginárnoslo en diferentes situaciones, inventamos un trasfondo, fantaseamos sobre como es físicamente, etc. Es como tener un nuevo hijo al que habrá que alimentar (de experiencia) sesión tras sesión para verlo crecer y conseguir que evolucione y madure como aventurero.

Pero a menudo, aquella ilusión del inició de la campaña se va diluyendo al pasar las semanas y, aquel cariño con el que lo mimamos en su concepción, llega a olvidarse. Este hecho llega a desembocar en el estado de “De perdidos al río” que comentaba anteriormente.

Sucede que, estando nuestro personaje al borde de la muerte, no le damos importancia a su supervivencia pensando que siempre podemos crear otro nuevo PJ. Y es aquí donde está el meollo y la intención de esta entrada.


Personalmente intento que mis personajes “vivan” lo máximo posible, sin perder su esencia según el tipo o clase de personaje que sean. No me gusta cuando no se le da importancia a la pérdida de uno de los protagonistas de la aventura/historia.

Cierto que una partida de rol no deja de ser un juego donde, acabadas las 3 o 4 horas de juego, todo el mundo va a su casa y “aquí no ha pasao ná”. Pero, a mi parecer, al igual que en otros juegos lo importante es ganar, en un juego de rol es tan importante conseguir el objetivo de la misión como acabar la aventura con tu personaje de una pieza.

Creo que se le debe dar importancia al hecho de conseguir que tu PJ no muera y evitar la “facilidad” con que algunos llegan a crear nuevos personajes para continuar la aventura.


Por poner un ejemplo: en una de nuestras sesiones, uno de nuestros jugadores prefirió no crear un nuevo PJ tras la muerte de un personaje al creer que no tenía sentido hacer aparecer de la nada un nuevo aventurero. Explicó que no le veía el sentido en crear un nuevo PJ cuando el desarrollo de la historia estaba en su “máximo esplendor”, que era como “forzar la historia” y que, por cariño y respeto a su personaje desaparecido, prefería quedarse al margen. Su decisión fue seguir la aventura como espectador, cosa que no está nada mal de vez en cuando.


Al igual que muchas veces, como master, pides a tus jugadores que hagan actuar a sus personajes como lo que son y no como ellos mismos, también se debería pedir que se le tenga un respeto por la ida de este. Porque eso de meter un entierro en medio de una de tus aventuras da muy mal rollo!

3 comentarios:

  1. La muerte de un personaje importante en un historia debe marcar una pausa para reoganizar, pero debería dar situaciones de historia. un funeral podría ser con gran calidad y respeto.
    O ser una cuerva para una línea de historia, como la muerte de Boromir.
    Creo que no solo vale hablar de personajes jugadores sino de los no jugadores.
    Muy buena entrada felicidades!!

    ResponderEliminar
  2. Yo personalmente,cuando creo un jugador intento que sea algo mas.Me gusta sentirlo como algo muy cercanoa mi.Si muere lo siento y no creo que deba sustituirlo por otro.

    ResponderEliminar
  3. Evidentemente la muerte "inesperada" de uno de los personajes principales de la aventura, es un claro punto de inflexión en la historia. Yo hacia referencia a aquellos jugadores que, por un motivo u otro, dejan de valorar a su Pj y desean más "sacarselo" de encima que no darle vida.

    Gracias por los comentarios que, esperemos, vayan creciendo poco a poco en este nuevo blog.

    Kay, ya sabemos los de LA PARTIDA que tus personajes llevan mucho de ti... que se lo pregunten a Galahad! jejeje
    Nos vemos mañana y gracias por pasar.

    Saludos!

    ResponderEliminar