domingo, 15 de mayo de 2011

EL ÚLTIMO CAMPEÓN #10

Tras una larga subida por las escaleras del templo, por fin llegaron a lo alto del edificio donde esperaban encontrar la respuesta al misterio de los hombre-bestia.

Con mucho sigilo (“cuidadín” como decimos en La Partida del Lunes) los miembros del grupo se internaron en el templo. Bien, todos, todos... no. Eldelbuk, puede por su extraña percepción hacia lo desconocido y lo arcano, decidió quedarse unos minutos observando la salida sel sol, como sabiendo que aquel podría ser el último amanecer de su vida.

Dentro, en el templo, sus compañeros se enfrentaban con la primera guardia de la intrigante construcción. 4 hombres-rata eran los encargados de frenar por primera vez el avance hacia los pisos inferiores (6 en total) del grupo de aventureros. Cabe decir que no fueron enemigos muy a tener en cuenta ya que el grupo posee un nivel bastante importante. No obstante, los mordiscos venenosos de las criaturas, provocaron mas de un dolor de cabeza a Galahad, que tuvo que aplicar su poder de ESNA (curación de estados venenos) a más un compañero.

Lo divertido fue cuando, al acabar el combate, Eldelbuk misteriosamente cerró los ojos de los hombres-rata abatidos. Jonas, el rudo semi-orco, no entendía nada de lo que sucedía y decidió, con sus dos dedos de frente, abrir los ojos de las bestias. Eldelbuk, volvió a cerrar los ojos del enemigo... y Jonas, pá joder, vuelta a abrir... y así un ratillo entre risas de todo el grupo!


Pero bueno... Con el grupo al completo (Eldelbuk ya había dicho adiós al solecito), bajaron a la siguiente planta donde la oscuridad, esta vez, les hacia compañía.

Sin muchos miramientos de pasas desapercibidos, silenciosos, etc., entraron antorcha en mano para dar luz a todo el piso. Pero tuvieron suerte porqué la sala parecía estar... completamente solitaria.

Fue mas tarde, al pasar Galahad y Green a una habitación lateral, que comenzó el jaleo. Dos drañas con muy mala uva, sellaron con su telaraña la entrada a la habitación, evitando que el resto del grupo pudiera entrar, y se enfrentaron al paladín y al guerrero sin tregua alguna.

Mientras, el resto comenzó a darse de manotazos con 2 ahogadores que acechaban en la oscuridad. No fue muy difícil superar el reto teniendo en cuenta que los dos semi-orcos, si tienen suerte en los dados, son casi imparables.

Quemando la telaraña con el fuego de las antorchas, pudieron entrar y echar una mano a los dos compañeros de aventuras.

Poco a poco, la victoria era mas cercana de lo que parecía al principio. Finalmente, el grupo venció a las criaturas y decidieron descansar unas horas para recuperar algo de salud, antes de bajar al siguiente nivel.

Nuevamente, Eldelbuk decidió separarse del grupo para descansar en solitario... o pasar la noche en vela pensando en qué oscuro secreto escondían aquellas misteriosas paredes.


Apunte de master-cabrón: cambiar de dados que estos, últimamente no me favorecen nada. Mecangontó!


Pues va a ser que no hay cambio!

1 comentario:

  1. ¡¡¡No me toques los huevos con que no te salen bien los dados!!! Llevas cuatro héroes muertos, joder. Piensa que si nos matas te quedas sin espectacular final y, joder, que esto no es un Chtullu, poddios. Y Eldebuk está que no está, pero estará.

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