miércoles, 19 de mayo de 2010

CUENTO DE MIEDO

Había una vez un niño que era muy, pero que muy malo.

Cada día lo castigaban sin recreo en el colegio, copiando en la pizarra un centenar de veces cosas como “No volveré a sacarme la churra delante de las niñas de mi clase”. Era el terror del barrio ya que continuamente gamberreaba de aquí para allá haciendo las mas terribles diabluras.

Pegamento en los botones de los interfonos, ruedas pinchadas, graffitis con dibujos obscenos, bromas telefónicas, levantamiento de faldas, tiro a la farola, concurso de eructos en la biblioteca, robo de chuches... una larga lista de diabluras que hacían de aquel “angelito” una criatura digna de odiar.

Los pobres padres estaban desesperados. Después de visitar decenas de psicólogos infantiles, que dejaban el caso tras la primera visita del niño a la consulta, y de recibir asistencia de otros tantos educadores, llegaron a la conclusión que su hijo era un caso perdido.

No había manera de imponer un poco de autoridad a aquel “pequeñín” y cualquier estrategia que llevaran a cabo, aunque fuera la mejor técnica de la SuperNanny, el resultado era desalentador. Aquel niño era el demonio!

Y el muchacho, sabedor de la libertad de límites que solo conocen los rebeldes, continuaba con sus gamberradas y trastadas allá donde fuere.

Pero un día ocurrió algo extraño.

Era sábado, el mejor día para realizar sus mas viles ideas. Y como cada sábado el niño esperaba alguna amenaza de sus padres, que sabiendo que el chaval ya comenzaba a tramar sus diabluras, le dirían algo como:



-Mira Joselito, haber si hoy te portas bien y no tenemos que pedir disculpas a la Policía Local por dibujarles Hello Kitty's en el capó del coche. Masentendío?



Pero no. Al abrir los ojos, el muchacho vio a sus progenitores al pie de su cama, con una sonrisa de oreja a oreja y un brillo especial en sus ojos.

Eso no ocurría nunca, cosa que intranquilizó al descendiente terrenal de Satanás.



-Buenos días, angelito de mi corazón! Has dormido bien?



Aquella no podía ser su madre! Era un clon? Le habían lavado la mente? Abducción extraterrestre? Drogas?

Intrigado, se dirigió a ellos intentando no mostrar sorpresa por aquella inusual conducta.



-He dormido la hoshtia de bien, colega. Pero a vushotro que shu pasha, queshtai con esha cara de Mary Pompish que no osh la aguantai?

-A nosotros no nos pasa nada, cariñito. Es a ti que te pasa algo, no te acuerdas qué día es hoy?



El corazón del muchacho comenzó a latir con fuerza, un sudor frío le recorría la espalda, sensación de mareo, vista borrosa, sequedad en la boca, salpullido, escozor genital, diarrea incontrolada... Estaba en estado de shock!

Tembloroso, aún pudo vocalizar alguna palabra.



-Ya ha pasao un año???

-Sííííí, bomboncito! Hoy es tu cumpleañooooosssss!!!

-Nooooooooooo!!!!



El niño perdió el mundo de vista.

Aquel sería, como cada año, el peor día de su vida y el mas feliz de sus padres. Por una vez, su madre y su padre, podrían vengar todos los dolores de cabeza que le había provocado aquella criatura maléfica que tenían como hijo. Y sabían que durante muchos, muchos meses un solo recuerdo acompañaría a su “querido hijo” en forma de pesadilla.

Este...

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