domingo, 6 de junio de 2010

EL DESTINO DE ALTEA (crónica nº4)

Con la llegada del nuevo sol, el grupo inició de nuevo su trayecto. Parecían estar mas tranquilos, pero sus instinto de aventurero no les dejaba bajar la guardia en ningún momento.

Sobretodo el episodio de los huargos les había extrañado sobremanera. Todo era un misterio.

Al atardecer, el grupo llegó a una pequeña población donde podrían pasar noche y descansar. Mientras en gran grupo se dirigía a la taberna a saciar su sed, los mas malheridos de la última contiendo contra los grimórlocks (Kratos May y Trygg) fueron en busca del sanador del pueblo.

En la taberna todo era alboroto y griterío. La gente, animada por la bebida, bailaba al compás de unos músicos que participaban en una especie de concurso musical popular de aquella zona.

Pero el destino de Gawain no sería cantar y bailar. Solo entrar escuchó el repicar de los dados sobre una de las mesas del local. Era conocida su afición por el juego, así no fue extraño que se dirigiera hacia la mesa buscando apaciguar su ludopatia irrefrenable.

Gorak, después de dejar a la princesa que descansara del duro viaje, se dispuso a beber de un solo trago una enorme jarra de cerveza. Sin saber como, y a causa de su apabullante belleza enana, se encontró rodeado de 12 mujeres enanas que celebraban el futuro matrimonio de una de ellas en aquella taberna. Todos lo manoseaban lascivamente, le susurraban palabras de alto contenido sexual al oído y pedían sus favores como semental. Gorak “el hermoso” estaría distraído durante un buen rato.

Piskop, en cambio, simplemente paseaba por el local. Era cierto que notaba que sus bolsitas pesaban a cada paso un poco mas que el anterior, pero no le dió la mas mínima importancia.

Todo parecía ir bien en la taberna, hasta que... Por qué aquel hombre tubo que insultar a Gawain con la palabra “cobarde”? Por qué cuando Gorak estaba semi-desnudo encima de la mesa de las enanas babeantes, tenían que entrar sus respectivas parejas? Por qué Piskop, el mas habituado a tener problemas, no tenía ni uno solo?


En otro lugar de la ciudad, Kratos May y Trygg se encontraban en casa del sanador discutiendo sobre el material que necesitaban para curar sus heridas. El señor Cola, así era conocido el sanador, pedía a los aventureros sus habilidades como guerreros para conseguir el corazón de un troll y así poder fabricar un ungüento milagroso que curaba al instante la mas grave de las heridas.

Después de meditarlo, y sabiendo que la misión de la princesa Altea era de vital importancia, rechazaron la propuesta. Pero algo hizo desconfiar a los dos compañeros. Parecía como si la desconfianza obsesiva del semi-elfo Trygg se hubiera contagiado en la mente de Kratos May.

Tras recuperar un poco la salud a base de curaciones simples, se dirigieron a la taberna.


Al abrir la puerta encontraron la tensa situación que vivían sus amigos: Gawain enzarzados en una pelea de taberna, Gorak en similar situación pero “ligero” de ropa y Piskop... era sorprendente ver como un kender pedía paz!!

Kratos May fue a echarle una mano a Gawain, mientras que Trygg haría lo suyo con el enano.

Este último tuvo mas suerte y el grupo de enanos pensó que Gorak había sido contratado como diversión de sus mujeres. Así pues solo les quedaba un asunto: la pelea de Gawain contra los jugadores.

Después de patadas, golpes, caídas al suelo, moratones, y alguna que otra herida mortal, el grupo consiguió salir de la taberna de una sola pieza. Solo quedaba descansar en las habitaciones y procurar no meterse en mas líos.

A la mañana siguiente, los guerreros encontraron a la princesa Altea algo extraña. Parecía mareada y con síntomas de estar baja de salud. Fue entonces cuando Piskop retornó un colgante, con una gema en forma de ojo incrustado en el centro, que había “caído” sin querer en el saquito del kender. Piskop pensó que aquello haría feliz a la princesa, pero misteriosamente Altea no reconoció el colgante. Piskop estaba seguro que era posesión de la princesa pero...

Decidieron ir a ver al señor Cola para dar un vistazo a la princesa y, ademas preguntarle si conocía el símbolo incrustado en el colgante. El sanador le recordó a un antiguo icono sobre una secta maléfica que... debía estudiar mas detalladamente en colante para saber bien su significado. Cosa que aprovechó para ofrecer el mismo encargo de buscar un corazón de troll mientras él trabajaba en la joia. Esta vez Gawain, Gorak, Kratos May y Piskop aceptaron la misión y dejaron a Altea en manos de Trygg, que continuaba desconfiando del señor Cola.

El grupo se dirigió hacia las montañas donde el señor Cola juraba haber visto un enorme troll. Tras un largo camino encontraron la guarida de la criatura. Por suerte no estaba en ella y pudieron prepararse para su regreso, organizando un ataque sorpresa.

Al poco, llegó el enorme troll dando lugar al inicio del combate. Ayudados por la lentitud del monstruo, poco a poco fueron debilitando a la criatura con certeros y hábiles ataques. Entre los cortes de la afilada arma de Gawain y los ataques a distancia de Piskop y Gorak, acabaro con la vida del troll con bastante rapidez. Lástima que Kratos may no hubiera tenido tiempo de actuar en la contineda. Llegar tarde a una lucha conlleva sus consecuencias!


Al volver al poblado, el señor Cola agradeció sus servicios con parte del ungüento reparador creado con aquel último ingrediente, y les explicó lo que sabía del colgante.


Dijo que era un objeto de vigilancia. Quién llevara aquel objeto, estaría continuamente vigilada por la persona que se lo había entregado. El símbolo era de una antigua secta con las oscuras intenciones de retornar al Señor del Mal su fuerza y vitalidad perdida hacia años por medio de rituales y sacrificios.

Los guerreros sospecharon al mismo tiempo d ella misma persona: el consejero Axioma. Él podría ser el responsable de la vigilancia de la princesa, que podría formar parte de un nuevo sacrificio, y ser un miembro mas de aquella maléfica secta.

Los guerreros preguntaron al señor Cola por Creatius y su reino. Nunca había sentido hablar de aquel tal Creatius y de la existencia de un reino mas allá de las montañas!

Sería posible que los estuvieran engañando en pro de la secta del Señor del Mal.

El señor Cola informó del gran poder del colgante, ya que también tenía la capacidad de crear una ilusión a los mas cercanos a él. Por aquel motivo, todos los miembros del grupo estaban convencidos de la existencia de Creatius y su reino pantanoso.

Lo que si que estaban seguros es que, tras las montañas se estaba creando un gran ejército de mercenarios, asesinos a sueldo y gente de armas de poco honor.

Gawain escuchó las palabras del sanador y supo que debía llegar hasta allí de una forma u otro. Algo de su desconocido pasado lo obligaba a llegar hasta los hombres de Creatius.

Los compañeros, desconocedores aún del pasado del Gawain, intentaban convencerlo de lo contrario. Era de vital importancia volver al castillo de Altea y rendir cuentas con Axioma.

Finalmente, convencieron al impetuoso guerrero y iniciaron el camino de vuelta. Anxioma tenía que aclarar muchas cosas a aquel grupo de aventureros.

Por las buenas o por las malas!

2 comentarios:

  1. Muy bien veo que recordaste casi todo.He vuelto a vivir la exp jajajajaja.Solo te falto la Tomasa jajaa

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  2. Parece que la memoria aún no me falla!!
    Lo de la Tomasa, y lo que ocurrió entre Trygg y ella mientras luchabais contra el troll, quedará en la intimidad.
    Aaaayyy, Tomasa... cierto que la madurez esconde sus sorpresas!!!

    Saludos y los otros animarse a comentar!!!

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