viernes, 18 de marzo de 2011

EL ÚLTIMO CAMPEÓN #4

Amanece nuevamente en la isla y nuestros personajes (Galahad, Green, Eldelbuk, Jonas y Sansón) se enfrentan al segundo día de supervivencia en El Olvido.

La sesión de juego comenzó de forma misteriosa ya que los Pj's, al poco de iniciar su marcha dirección sur en busca del puerto que los llevaría de vuelta a Tierra Madre, se toparon con unas antiguas ruinas y un montón de cadáveres de hombres-jabalí.

Tras darles un vistazo, descubrieron que habían sido asesinados violentamente con armas de filo (espadas, hachas, cuchillos...), cosa extraña ya que los hombres-bestia no utilizan armas. “Hay alguien más en la isla, a parte de nosotros” concluyeron los jugadores, pero... tras otra tanda de percepción e intentar encontrar más pistas sobre lo ocurrido, descubrieron huellas que se alejaban de las ruinas. Eran marcas de pies no humanos, huellas de otros hombres-bestia. “Criaturas del Olvido con armas humanas?... Aquí pinta lago raro!” fue el comentario de los jugadores.

Unos gruñidos centraron la atención del grupo: alguien los estaba observando.

Saliendo a la carrera, los aventureros no pudieron conseguir escapar de aquello de lo que huían: 3 hombres-jabalí y 2 hombres-rata. El grupo suponía que, posiblemente, aquellas criaturas creyeran que eran los responsables del asesinato de sus compañeros, pero no estaban como para dialogar y aclarar el asunto. Los hombres-bestia querían venganza, fuera con quién fuera.

Bajo una peligrosa zona de un precipicio, el combate fue intenso. Los hombres-jabalí, con un notable bonus en su ataque, lanzaban cornadas que hacían mella en la salud de los personajes. A su vez, los aventureros notaron la ventaja (que antes no tenían) al poder utilizar armas que se habían manufacturado en día anterior (un bastón, una lanza, una cerbatana...). Los primeros en caer fueron los hombres-rata dado su baja defensa, pero más costó acabar con los duros jabalíes.

Finalmente, el grupo se llevó la victoria y recuperaron la tranquilidad.

A recordar como el fin de los tiempos cuando Cintu propuso que su personaje (Jonas), un semi-orco guerrero, se arrodillara frente a las criaturas pidiendo perdón y aclarando que ellos no habían asesinado a sus compadres. Semi-orco-guerrero-arrodillado-perdón? Noséyosicuelaaaaa...

La otra es la facilidad con que Green, el personaje de Juan, puede atacar desde el suelo. A recalcar que fue más efectivo de esa manera que no de pie. Y batió su propio récord de “1's”: solo sacó uno en toda la sesión de juego!

En el mismo acantilado, decidieron pasar la noche. Desde aquella lugar, y llegada la noche, pudieron observar unos puntos de luz (antorchas y una pequeña fuego) en el horizonte. Se trataba del pequeño muelle donde debían llegar al día siguiente.

Esperaban encontrarse con esto, pero...

Tras un par de horas de camino, llegaron a su destino, pero con una imagen algo diferente a la que habían esperado: el muelle estaba en llamas y los hombres de Lord Skarion muertos sobre la arena de la playa. En ella se encontraban un hombre-oso que acababa de quemar la última de las casetas que aún estaba en pie y un par de hombres-tigre que estaban apaleando a un Torga, un hombre-tortuga.

Cuando se habla de hombre-tortuga, es fácil acabar pensando en esto.


Lo intrigante era que los hombres-bestia llevaban armaduras y armas!

“Hay que salvar al hombre-tortuga! Él nos dirá qué ha pasado” fue el compromiso del grupo. Y de nuevo llegó la acción. Mientras Jonas y Sansón se enfrentaban al enorme oso humanoide, el resto se dedicaba a luchar con la pareja de felinos.

Combate aún más duro que el anterior y, en ciertos momentos apurado, ya que los contrincantes eran bastante duros de pelar. Utilizando su magia, Eldelbuk iba arrancando poco a poco puntos de vida de las criaturas, mientras que el resto hacía lo suyo con las pocas armas que tenían.

Sansón fue mas listo y se agenció de un escudo que le ayudó a protegerse de los ataques con la gran clava del hombre-oso. Por su parte, Torga, al ver que aquel grupo de guerreros le habían salvado, decidió colaborar en la contienda conjurando hechizos sanadores a todo aquel que estuviera en situación comprometida, que no eran pocos.

Poco a poco, el grupo comenzó a vislumbrar la posible victoria del combate. Aún sin utilizar en ningún momento en fuego que habían provocado los hombres-bestia y que les podía haber ayudado en el combate (cosa que yo pensaba que harían), consiguieron acabar con los enemigos y equiparse con las armas y las armaduras que llevaban.

Al hacerlo, descubrieron que las 3 criaturas tenían incrustada en alguna parte de su cuerpo, una pequeña piedra de color rojizo.

“Ser piedra de dominio” aclaró Torga. Una piedra de domino es un objeto arcano que consigue el dominio total de quién la tenga en su cuerpo, por parte de la persona que ha dotado a la piedra de ese poder. Pero quién era el responsable de aquel acto?

Pero otras preocupaciones tenían el grupo: no tenían forma de volver a Tierra Madre y a Ciudad Gremio. El hombre-tortuga les propuso descansar en su cabaña y acompañarlos donde podrían encontrar embarcación de retorno al gran continente. Ese lugar era El Desfiladero, ciudad de asesinos, ladrones y mala reputación.


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