martes, 26 de julio de 2011

EL ÚLTIMO CAMPEÓN #15

Tras planear un poco (no demasiado, no vaya a ser que...) como actuar a continuación, el grupo se decidió a deshacer un poco su camino e utilizar las llaves conseguidas en el combate contra el Gran Guardián, para entrar en lo que parecía una sala del trono.

Allí, encontraron a los 4 hombres-lagarto que habían visto al principio de la planta, junto con 2 chamanes y un humano que tenía bastante parecido con el que aparecía en los gravados y los frescos de los pisos superiores.

Y aquí, comenzaba el gran encuentro final, con la guardia personal del archi-(y desconocido) enemigo.

Un movimiento a destacar fue la utilización, por parte de Eldelbuk, del pergamino de invisibilidad. Este le otorgaba no ser visto hasta realizar algún ruido sospechoso o actuar contra algún enemigo. Pero la contienda ya había comenzado, y el ruido era lo de menos. Los semi-orcos, el paladín y el guerrero, se enfrentaban a los hombres-bestia mientras los chamanes comenzaban sus potentes conjuros (dominar persona, creación de elemental...).

Eldelbuk aprovechó el descontrol (y la aún invisibilidad) para acercarse a líder enemigo y, utilizando su daga a escasos centímetros de los ojos del humano, ordenar que dejaran las armas. Eso dio uno segundos de confianza al grupo al ver que los enemigos accedían a las órdenes del elfo. Pero poco duró dicha situación, ya que de nuevo se inició el combate al dejar algo “fuera de combate” a Eldelbuk, ahora ya visible.

Jugando con los hechizos de “dominar persona”, “pesadilla” y “proyectil del mal”, los chamanes hacían bien su trabajo. El grupo comenzaba a estar en apuros, pero no se deban en absoluto por vencidos.

En un momento del encuentro, las tronas cambiaron y era los villanos los que comenzaban a verlas canutas. Fue esta la situación que provocó que el desconocido enemigo iniciara lo que parecía la huida. Se dirigió hacia una de las paredes y accionó un mecanismo escondido que abría una puerta secreta hacia las profundidades del templo.

El grupo siguió, continuando con la lucha, al líder de los hombres-bestia para descubrir el dormitorio y una especie de despacho donde encontraron respuestas a la enigmática identidad de su enemigo: era Wolfang Skarion, un hijo bastardo del padre de Lord Skarion. Pero no era momento de lecturas, sino de acabar con el maléfico Skarion cuanto antes.


Durante el camino, el grupo tuvo las bajas de Sansón, que cayó inconsciente e imposibilitado para actuar, al igual que su hermano Jonás. Solo Galahad, Eldelbuk y Green, algo más retrasado, continuaban en la brecha.

Entraron a una gruta donde existía una trampilla por la que el enemigo (ahora solo el líder y un chaman) podían escapar. La creación de un elemental de fuego, por parte del elfo hechicero, que se situó sobre la trampilla, otorgaba al mermado grupo de aventureros el tiempo para acabar con Skarion y lo poco que quedaba de su ejército. Pocas eran las posibilidades del enemigo. Hasta que finalmente... cayó bajo el abrazo de la muerte.


No marchó solo... Eldelbuk había caído bajo el velo de la oscuridad eterna, sin poder ser revivido por el paladín. Pero siempre sería recordado por su compañeros y honrado en Ciudad Gremio como salvador de la ciudad.

Tras las lágrimas de sus amigos, y algo más recuperados, descubrieron el porqué de los ataques de Wolfang a la ciudad de su padre.

Las ansias de venganza por no ser un hijo reconocido por el anciano Skarion, habían provocado la ira del bastardo. Su objetivo era acabar por completo con la estirpe Skarion. Así como con todo lo que había conseguido. En este caso, Ciudad Gremio. Wolfang había conseguido las piedras de dominio utilizando el sobordo y el asesinato, que más tarde utilizaría para crear su ejército de hombres-bestia.

Algo que sorprendió al grupo, sobretodo a Green, era la existencia (según su diario personal) de la hija de Wolfang, que estaba totalmente en contra de las acciones de su padre y en la que sospechaba que tarde o temprano traicionaría. Al ver un retrato de la muchacha, Green reconoció a la chica que lo había observado misteriosamente en la ciudad Desfiladero y la que desconocía el porqué de sus miradas. Ahora, el guerrero supo que era la hija de Skarion que quería informarles de la situación del templo y de como acabar con él. Pero el destino baila según su propia melodía, y no a la del gusto de los aventureros...


Y así acabó la aventura (puede que la más larga hasta ahora, casi 5 meses) de “El último campeón” de La partida del Lunes. Es el momento de las valoraciones, tanto mías como de los jugadores.

Como master, la he disfrutado más que la anterior, al estar más familiarizado con el ROL'on. Pero aún así, también se han visto “vacíos” en el sistema y correcciones que se deben hacer para que la cosa vaya como una seda. Por ejemplo: es malo para la partida que se puedan crear Pj muy “potentes” en apartados de ataque (como el caso de los 2 semi-orcos). Eso provoca que haya mucho desequilibrio entre ellos y el resto del grupo y también con los enemigos que se van topando durante la aventura.

Otro aspecto es la recuperación de karma y PV durante los periodos de descanso. Unos eran demasiados y los otros demasiado pocos. Ahora ya está arreglado!

La magia, eterno tema de dolor de cabeza... Continuo teniendo problemas con el gasto de los hechizos y su efecto. Muchos están claros, pero necesitan un repaso pero ya.

La interpretación de los Pj's a ido muy bien, aunque todos estamos de acuerdo en que hay “limitaciones” sobre los personajes que se deben respetar (un bárbaro no puede ni hacer el intento de leer una inscripción... si no sabe ni escribir su nombre!).

La historia creo que ha gustado y que no ha habido “baches” importantes. Alguna sesión un poco más tranquila que el resto, pero en general bastante bien cuadrada... en mi opinión.

He disfrutado como un cosaco preparando las sesiones (mapas, encuentros, monstruos...) pero acarrea trabajo. Sobretodo cuando tienes que adaptar monstruos a tu sistema... Pero el secreto de todo master, ya se sabe, es el de trabajar previamente y llevar la sesión bien preparada.

Ahora toca a los jugadores decir la suya. Ali, Jorge, Juan, Alcalde y Cintu... es vuestro turno!


1 comentario:

  1. Da pena cuando se acaba una partida y mas cuando ha sido una muy buena partida.Yo personalmente he disfrutado muchisimo con ella y me siento muy a gusto en el rol de Paladin.Estoy de acuerdo en que se han de ajustar algunas cosillas pero la cosa va muy bien.
    Honor a eldelbuk sin el habria sido imposible

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