miércoles, 9 de mayo de 2012

PELIGROSA INOCENCIA (sesión IV)


Tras una noche tranquila de descanso, el nuevo día llegó a Höegel. Tras reencontrarse de nuevo con sus compañeros, Siete comunicó que Duna había pasado una noche en total normalidad y sin aparentes cambios. Era momento de trasladar a la muchacha hasta el Templo Sanador de Caannan, donde podrían poner fin a aquella pesadilla.
Mientras Martin, el curandero, se ofrecía a acompañarlos en el camino y les explicaba como trasladar cómodamente a Duna, el enano clérigo tubo la grata sorpresa de comprobar que Dungrer había despertado.
Tras un sincero abrazo entre amigos, el padre de Duna les explicó lo sucedido en los días anteriores. Una extraña voz interior, repetía una y otra vez el mensaje de la botella... una voz de mujer... Acto seguido, se interesó por el estado de su hija y pidió al enano y el resto del grupo que protegieran como fuera a Duna.
Tras los últimos preparativos para el viaje de 3 días, la comitiva inició el duro trayecto hacia el templo de Caannan.
 
Una día muy tranquilo, pero agotador, acompañó al grupo. Era dificultoso desplazarse por terreno nevado, pero con la ayuda de todos, consiguieron avanzar un buen trecho hasta que la noche los acompañó. Era momento de preparar un pequeño campamento para descansar.
El grupo de aventureros estaba acostumbrado a pasar la noche en lugares intempestivos... pero Martin acusó su edad y la incomodidad del lugar, estando intranquilo durante la noche. O puede que fuera otra cosa la que atormentaba al curandero de los Cazadores Blancos?
De nuevo amaneció en las Montañas de la Luna y el grupo inició de nuevo el camino. Tras otro día de agradecida tranquilidad, llegaron a una cabaña solitaria en medio del bosque.
El estado de alerta y la desconfianza se apoderó de los miembros del grupo.
Arquen y Gork, decidieron acercarse a la casa y comprobaron que el peligro era del todo infundado. Un asustado ermitaño, era el único habitante de aquella solitaria casa. Tras tranquilizar al hombre y realizar las pertinentes presentaciones, algo bruscas por parte del semi-orco, el grupo decidió pasar la noche en aquella choza, con fuego para calentarse y comida para recuperar las fuerzas perdidas.
Pero el descanso fue relativo...
Durante la guardia del tiflin Siete, aparecieron cerca de la casa un nuevo grupo de Aouns (sombras), con claras intenciones de apoderarse de nuevo de Duna. Fue el momento de dar la voz de alarma y sacar las armas a relucir bajo la luz de la luna.
Esta vez, el encuentro con tan misterioso enemigo fue mejor que la primera vez que se enfrentaron. La fortuna y la coordinación entre los miembros del grupo, consiguió que vencieran sin relativos problemas a las sombras oponentes. Tras unas breves refriegas, el contrario cayó sin vida frente al bando vencedor de los protectores de Duna.
Martin y el asustado ermitaño, no daban crédito a lo que habían visto. Tras tranquilizarlos, intentaron conciliar de nuevo el sueño... pero para algunos fue imposible.
Martín, poco antes de amanecer, salió de la casa para no volver. Gork y Siete, descubrieron temerosos por la tardanza del viejo curandero, que este aparecía bajo un inquietante ataque de convulsiones, para más tarde, perder la vida frente a sus ojos. Pero lo más inquietante, fue observar como sus ropas se teñían de sangre al ir apareciendo de la nada unos pequeños cortes en su frío cuerpo. 

Dichos cortes, iban formando lo que parecían palabras que, situadas en orden descendente, tatuaban el cuerpo del cadáver. Las palabras eran:

SU
VOLVERÁ
DE SEXO
DE
DE UN
ATRAÍDO
Y SUS
HASTA
FUE
PERO
CON AYUDA
SEDIENTAS
LA LLEGADA
LA CIUDAD
Y NUESTRA
VOLVERÁ

Era evidente que se trataba de un mensaje... pero de quién y porqué.
Envolvieron con mantas el cuerpo sin vida de Martin, para llevarlo al templo y poder darle buena sepultura.
Finalmente, el Templo Sanador de Caannan, apareció frente a sus ojos. Una muralla robusta, daba cobijo a las conocidas sanadoras que curaban a sus enfermos por medio de los mágicos cantos que realizaban.. y una de las esperanzas de recuperar a Duna.
La guardia del templo, se opuso a la entrada del grupo, en especial del asesino tiflin, pero bajo acuerdo de que Siete no se separara en ningún momento del clérigo Gork, el comitiva tubo paso libre en el templo.
Hela Margaret, la máxima representante de las sanadores en aquel templo, los recibió e hizo lo posible por hacerse cargo de Duna y su extraño estado autista. Pero también dio parte del problema en que se encontraban:
Un grupo de ladrones, habían robado parte de los iconos sagrados del templo, menguando en cierta manera la totalidad de las habilidades curativas de sus devotas. Hela Margaret, pidió al grupo la recuperación de aquellos elementos mientras Duna era tratada, junto con una generosa recompensa de 25 monedas por persona.
El grupo de aventureros no se opuso a la propuesta y se dirigió a las antiguas minas, lugar donde se escondía el grupo de ladrones.

Los primeros movimientos del grupo fueron apropiados, pero el ímpetu de lucha de Mörd, provocó que la alerta se diera lugar en escondite de los bandidos. Un grito intimidatorio del bárbaro, dio cita a hombres-rata y ladrones que vigilaban las primeras instancias de la guarida.
Y no fue una contienda fácil. Los ladrones eran rápidos y diestros con sus armas, infringiendo heridas importantes a los aventureros. Hasta el punto de dejar a uno de ellos, Siete, inconsciente y al fatídico límite de la muerte. Pero consiguieron vencer a estos primeros enemigos... y solo era los primeros metros de galería de las minas.
Era momento de continuar la búsqueda de las reliquias. Extremando eso sí, sus próximas acciones.

2 comentarios:

  1. Muy buena la partida,aunque se encontro a faltar a la elfa salida.Pero es curioso como trabaja la mente de los hombres.Tras leer la larga lista de palabras que aparecian en el cuerpo del pobre Martin.Lo primero que me vino a la cabeza y que dije en voz alta fue "Sedientas de sexo".Si es que aunque uno sea un clerigo enano cuando ve la palabra sexo se transforma.La verdad es que estoy disfrutando mucho de la partida

    ResponderEliminar
  2. Me alegro que os guste!
    la verdad es que creo que la cosa va cuajando como esperaba, y como master hay situaciones que te obligan a disfrutar de lo lindo: cuando actuáis de una manera y no de otra, estay convencidos de esto cuando en realidad es lo otro... que espereis que un semi-orco con un collar de penes de sus victimas sea capaz de esperar dentro de una cabaña, mientras los otros se dan de sopapos con el enemigo... vamos, lo normal!!! jejeje

    Saludos y nos vemos por aquí.

    ResponderEliminar