lunes, 11 de octubre de 2010

EL YELMO DE DOLFEN #5

Sabiendo que muchos de los miembros de LA PARTIDA DEL LUNES estamos de puente, hoy daremos un pequeño descanso a nuestros aventureros y no realizaremos partida. Aprovecharé para actualizar, y ponerme al día, en las crónicas de la partida que tenemos entre manos: El Yelmo de Dolfen. Ahí va!

Tras la abrupta entrada de la compañía a las primeras estancias de la fortaleza del sacerdote del Caos, los aventureros se preparan para introducirse en el patio de armas.

Ocultos tras las sombras, observan el desfile de vigilancia que realizan los hombres del caos. Son 3 que pasean y vigilan dicho patio interior, y un tercero que parece estar acompañado por un mastín sombrío.

Okihin decide ser el primero en avanzar sigilosamente para situarse en un recodo para poder atacar a distancia si fuera necesario. Su tirada... un 1 espantoso! Pífia en toda regla que alerta a parte de la guardia de la llegada de los incursores.

Atacando cuerpo a cuerpo y a distancia, van acabando con los miembros del Caos. Galahad está ciertamente afortunado en sus tiradas y le da bastante caña al mastín sombrío. El resto juega a atrancar una de las puertas para evitar la entrada de más miembros de la guardia de Kalan Ur Novack, atacar a distancia evitando los duros ataques de las fuerzas del mal o, en algún caso, esconderse bajo una mesa...


Una vez acabada la lucha contra los adoradores del Caos, el grupo descansa unas horas para recuperar fuerzas y continuar la exploración de la fortaleza. Llegan al gran comedor del castillo y a las cocinas. Ningún peligro les acecha y solo pueden observar los efectos del Caos en aquel edificio: suciedad, podredumbre, fuerte olor a muerte...


De manera muy precavida se dirigen a la última estancia de la planta donde se encuentran: la capilla. Al entrar, descubren una pequeña sala circular, con un altar al fondo y 8 tumbas con el gravado de paladines a tamaño natural. En el suelo un relieve de una gran cruz. Tras investigar cuidadosamente toda la sala, y reaizar acciones de detectar trampas por aquí y por allí, descubren la manera de continuar su búsqueda en las catacumbas de la fortaleza. Uno de los aventureros coge el crucifijo del altar y los enclava en el relieve de la cruz del suelo, pero en orientación inversa (al revés) tal como si fuera el símbolo del anti-cristo. Por suerte no pisaron en ningún momento la la plataforma circular del centro de la sala, sino hubieran tenido problemas con algún que otro esqueleto.


Ahora, el grupo se encuentra en la entrada de las catacumbas de Kalan Ur Novack y allí les espera... Pero eso os lo cuento en la próxima crónica!

3 comentarios:

  1. ¿Me tienes manía? ¿O es a Nix a quien tienes manía? Por dos motivos:

    1) y cito, "Galahad está ciertamente afortunado en sus tiradas y le da bastante caña al mastín sombrío." Y un servidor con dos flechas (crítico incluido) se lo carga. Recordemos a otra cosa no, pero a Nix los animales se le da bien.
    y 2) El crucifijo lo encontró Nix y acertó en colocarlo bien.

    Por lo demás, bien. El momento me escondo debajo de la mesa pasará a la historia de la partida.

    Nos vemos entre semana o el lunes que viene.

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  2. Amos Jorge, no te lo tomes a mal!! Uno tiene la memoria limitada y en esta campaña no toma notas de todo lo que sucede.

    Bueno, vale, de acuerdo... Nix realizó un par de disparos que fueron "pacagarsepatasabajo".
    Y sí, Nyx encontró en crucifijo en el altar y la situó en el relieve.
    Mejor "asinas"?

    Lo de esconderse bajo la mesa ya está instaurado. Como el "ponle un 15", con total chulería.

    Por cierto, los miles y miles de seguidores de este blog piden a gritos algún escrito tuyo. en estas vacaciones cúrrate algo, por ejemplo la descripción de la mega-ciudad de Valkirihan.

    Saludos

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  3. Bueno que pasa que uno no se puede esconder debajo de una mesa por muy asesino que sea?

    Como que no dio resulatado...

    Como sois

    A ver que decís sobre lo de prenderle fuego al Trol con el aceite y la antrocha...

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