domingo, 15 de abril de 2012

PELIGROSA INOCENCIA (prólogo)


“El martillo de Moradin” es el templo enano más concurrido de entre todos los que se pueden encontrar en las Montañas de la Luna. Dedicado a Moradin (dios de los enanos), es lugar frecuente de peregrinación de sus seguidores, descanso para los viajeros o templo sagrado para escapar de viejos temores pasados.


Se cuenta que, años atrás, ocurrió un hecho que pocos conocen pero muchos comentan.
Una caravana de comerciantes, llegó al templo enano después de duras jornadas de viaje en aquel duro entorno. En ella viajaban enanos, humanos y kenders que, extasiados y fatigados, pidieron cobijo entre los seguidores de Moradin. Estuvieron entre los muros de la fortaleza enana durante un mes, recuperándose de heridas, cansancio y agotamiento. Pero llegó el momento de volver al camino. Pero no todos continuaron el trayecto...
En una de las salas, fue encontrado un bebé kender acompañado de una pequeña nota que informaba del obligado y triste abandono. El bebé era Kibana, hija de Piskop, dejada entre las paredes de “El martillo de Moradin” para evitar los peligros, el frío y una muerte casi segura en el viaje por las Montañas de la Luna.
Los enanos adoptaron a Kibana como hija, enseñándole el arte de la fabricación de runas, amuletos y ungüentos curativos.

Fue allí donde conoció a Gork, un enano afligido por un error del pasado que intentaba solventar a base de oraciones a su dios Moradin. El clérigo enano, estaba decidido a prepararse para ser digno de “hablar el mensaje de Moradin”, objetivo que consistía en poder viajar por Valkirihan ejerciendo una lucha contra el mal.
Una vez Gork se sintió preparado, inició su camino tras los muros del templo. Pero no viajaba solo: Kibana le acompañaba.

Tras unos meses de viaje, y más de una aventura, se disponían a realizar una peligrosa travesía en tierras desconocidas. Al no conocer el mejor camino a seguir, decidieron buscar a un guía para ahorrarse posibles peligros en el camino. Preguntaron en todas las posadas y tabernas de la ciudad donde se encontraban, por el mejor guía de aquellas tierras, y en todas las respuesta era la misma: Arquen.
Gork y Kibana, esperaban encontrar a un decidido y fornido explorador, pero cual fue su sorpresa al descubrir que Arquen era una mujer semi-elfa. Y no fue menos la sorpresa ya que la encontraron algo bebida, besuqueando a un par de hombres que la acompañaban entre jarras de cerveza y en dudosa capacidad de guiar a nadie en el camino. Pero debían ser ciertas las recomendaciones que les habían aconsejado...

Al día siguiente, y bajo un terrible dolor de cabeza, el enano y el kender, negociaron el pago por el trabajo de la semi-elfa exploradora. Iniciaron el camino y sirvió para entablar cierta amistad entre Gork, Kibana y Arquen.
 
Tras dos semanas de camino, el trío fue asaltado en el camino por un grupo de ladrones que tenían aquella zona bajo el yugo del miedo y la intimidación. Aquel grupo atemorizaba los habitantes del lugar a base de robos, violaciones y asesinatos. Era un grupo numeroso y poco pudieron hacer los tres miembros del grupo.
Pero cuando todo parecía perdido y la balanza del combate parecía decantarse a favor de los asaltantes, apareció entre las sombras un tiflin que, con rápidos y certeros movimientos, acababa con la vida de aquellos ladrones. Tenían un objetivo en mente: acabar con el líder de aquel grupo. Y no dudó ni un instante en clavar su daga en el cuello del capataz, dejado libre una pequeña sonrisa en su rostro demoníaco.
Algo recelosos, los miembros del grupo agradecieron la ayuda del desconocido tiflin, que más tarde conocerían como Siete. Descubrieron que Siete era, como él solía decir, un “solucionador de problemas”: le hacían el encargo de eliminar a cierta persona y él realizaba su trabajo. Y bastante bien, por lo que parecía.
Aunque con desconfianza, Gork, Kibana y Arquen propusieron compartir camino y unir esfuerzas para evitar nuevos problemas.

Y de estos sucesos hace ya 2 años, repletos de peligros, situaciones comprometidas, muertes y alegrías. Se conocen, se respetan... pero no siempre se rigen por los mismos valores. Han tenido sus más y sus menos, pero para ellos, este grupo es lo más parecido a una família.

Un mes atrás, fueron requeridos para liberar una pequeño cuartel fronterizo de un grupo de alimañas salvajes. El destino quiso que coincidieran en el mismo lugar con un enorme y furioso semi-orco, en busca de un honor como guerrero digno de los miembros de sus tribu. El bárbaro sigue las premisas básicas de un miembro de su raza: ser recordado por ser el mejor guerrero del clan. Y aquel era una posibilidad más de engrandecer su larga lista de triunfos que lo llevarían, una vez caído en el campo de batalla, al esperado salón de los grandes guerreros.

Gork, Kibana, Arquen, Siete y el semi-orco... Cinco miembros de un grupo que viajan por las tierras de Valkirihan, sedientos de aventuras.


Será el momento de acabar con esta sed?

1 comentario:

  1. Yo, ya tengo ganas de empezar, que ganas tengo de que llegue el Lunes por la noche a eso de las 21:00 h
    Este Tiflin os asegura que hara el mejor trabajo del que sea capaz.

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